Historia del cine-tren de Alexandr Medvedkin

De Antonio Palumbo

El cine-tren, creado a principios de la década de los treinta por Alexandr Medvedkin, fue uno de los experimentos cinematográficos más bellos y desconocidos de la historia del cine soviético. Durante mucho tiempo fue olvidado y censurado, pero los documentales de Chris Marker, principalmente Tren en marcha (1973) y El último bolchevique (1992), revivieron el mito para dar testimonio de un auténtico cine político. A continuación, se relatan algunas de sus memorias publicadas en El cine como propaganda política: 294 días sobre ruedas (1971).

El cine-tren era un estudio cinematográfico montado al interior de vagones de pasajeros (1) que recorrió la Unión Soviética entre 1932 y 1933. Estaba compuesto por 32 operarios que desempeñaban diferentes funciones (camarógrafos, actores, técnicos y cocinero). Nació para movilizar a la gran masa trabajadora a principios del Segundo Plan Quinquenal, en un intento de conseguir la transformación técnica y cambiar la mentalidad feudal del mundo campesino. Para ello, se aprovecharon las nuevas herramientas que ofrecía la cinematografía y la red ferroviaria del país.

Sin embargo, tal como nos hace ver Chris Marker en sus documentales, al poco rodar por las estepas y bosques, nos damos cuenta de que no se trataba sencillamente de un viaje de propaganda, sino un viaje íntimo y humano que defendía férreamente los principios socialistas durante la época más cruda del estalinismo. En ese contexto, exhibir películas sobre la vida de los obreros probablemente acarreaba importantes consecuencias, como censura por parte de los burócratas, cárcel o sentencia de muerte. Pero el cine-tren era querido y defendido por jóvenes del partido, mineros, obreros y campesinos.

El primer viaje fue encargado por la Comisaría de Industria Pesada que solicitó su presencia en la zona minera de Krivói Rog, ubicada en Ucrania. La industria metalúrgica de esa zona del país no estaba produciendo la cantidad de acero requerida por el Estado. El cine-tren se puso en marcha y descubrió una triste realidad: millones de toneladas de materia prima desperdiciada, primitivas técnicas de trabajo, familias obreras en condiciones miserables. De esa experiencia se filmaron ¿Cómo te va camarada compañero? (2) y Película carta

Estas películas eran lacónicas y sus argumentos más bien simples. Comenzaban contrastando imágenes de lugares donde las condiciones laborales y de vivienda eran mejores. Luego, se intentaba estimular a los trabajadores con la siguiente pregunta: “¿Qué es lo que están haciendo queridos compañeros?”. De esa manera, los obreros al verse reflejados en la pantalla reconocían sus carencias. Al respecto, Medvedkin señaló en sus memorias: “mostrábamos una grieta insoportable en su calle, en su vida y en la vida de sus familiares” (1971:12)

Filmaban de manera colaborativa, incluso entregaron la cámara a obreros para que ellos mismos expusieran las fallas del trabajo en pantalla (3). Al finalizar la exhibición, los espectadores discutían intensamente con el fin de solucionar los problemas expuestos y tomar cursos de acción. En muchos casos, lograron el despido de jefes negligentes y mejoraron las condiciones de vida los obreros. Este tipo de metodología implicaba extenuantes jornadas de trabajo. La filmación y montaje debía hacerse lo más rápido posible para luego continuar el viaje, de ahí el famoso lema de Medvedkin: “Hoy filmamos, mañana exhibimos” (1973:4).  

La siguiente parada fue al sur de Ucrania, en las granjas colectivas denominadas koljoses, destinadas a la producción de trigo. Allí, aún quedaba resabio de la feroz guerra contra los kulaks, que derivó en hambruna y escasez de alimento. En ese complejo escenario, el equipo del cine-tren detectó graves falencias en la cadena productiva y recolección de grano. Las películas más importantes sobre estos temas fueron: El Hoyo, Por el Eslabón, El Pan y la Hacinas y Salgan al campo pioneros, entre otros, filmadas con el mismo método usado en las minas de Krivoy Rog. Después de unos años, sobre esta experiencia, Medvedkin filmó La felicidad (1935). Si bien se presenta como comedia, en realidad es un profundo drama de un campesino que no logra adaptarse al trabajo colectivo (4). La película fue alabada por importantes cineastas contemporáneos a Medvedkin –tales como Eisenstein, Pudovkin y Dovzhenko-, sin embargo, fue desestimada por la crítica y completamente olvidada por la historia del cine soviético. 

El cine-tren continuó rodando hacia el este de Ucrania, a la zona del Donbass, caracterizada por su eterno paisaje industrial con usinas, escoriales y altos hornos (5). Allí, una experiencia interesante ocurrió cuando los obreros encargados de las fundidoras pidieron al equipo del cine-tren representar ante la cámara un juicio ficticio, planteando que los problemas se debían a los agujeros que tenían los hornos. Otras películas filmadas en este lugar integraron elementos de animación con dibujos, para enseñar el uso correcto de ciertas herramientas. También, se fomentó la mecanización del trabajo para dejar atrás antiguas y precarias prácticas laborales. 

Los viajes mencionados fueron solamente un extracto de las experiencias del cine-tren, ya que entre 1932 y 1933 se filmaron un total de 70 películas. Lamentablemente, gran parte de su registro físico desapareció, y la prensa de la época tampoco dio cobertura: “no había ninguna palabra sobre el tren, como si no existiera” (El último bolchevique, 1992:120 min). 

Así, el destino del cine-tren, en medio de la dictadura de Stalin, era el olvido. No obstante, durante casi un año, el experimento cinematográfico de Medvedkin vislumbró el camino que debía seguir el cine político. Tal como señala Edgardo Cozarinsky en la introducción a las memorias de Medvedkin, fue un contrapunto al cine documental descriptivo y complaciente. Al mismo tiempo, el argumento de las películas del cine-tren fueron claras y honestas porque estaban hechas por y para el pueblo. En El último Bolchevique, Marker señala que “durante los treinta la realidad siempre había sido artificial escenificada y edificante, incluso Vertov había dejado de creer en la vida tal como era. Pero tú (Medvedkin) habías filmado los debates entre obreros, naturalmente con buena conciencia socialista, pero sin engañar jamás con las imágenes” (1992:120 min.). 

Paradójicamente, el descubridor de Medvedkin -Chris Marker- proviene de una elite de cineastas bastante cerrada, y su propuesta documental, muchas veces, es inentendible para aquellos que no están dentro de alguna vanguardia. Pero la idea de revivir la experiencia del cine-tren en Francia merece consideración, ya que el realizador francés fue consciente de la necesidad de avanzar hacia un tipo de filmación colaborativa y más cercana a la gente, cuyos principales frutos se dieron con la creación del Grupo Medvedkin y la cooperativa SLON (Société de Lancement des Oeuvres Nouvelles). Especialmente relevante fue el apoyo a los obreros de Besançon y Sochaux durante las huelgas que ocurrieron en Francia a fines de los años sesenta (6)

Vemos entonces que el método del cine-tren puede ser un ejemplo válido para imitar, debido a que su punto de vista transmite un fuerte sentido democrático que contribuye al desarrollo de producción cinematográfica dirigida por trabajadores y otros sectores excluidos. Por cierto, muy lejos de las luces y refinamiento del cine siempre inalcanzable. 

Notas al pie

 (1) “El primer vagón destinado para vivienda y comedor; el segundo, una sala de proyección, un depósito de materiales y una instalación completa para producir películas de animación; el tercer vagón, el laboratorio equipado para revelar y copiar”.

(2)  Dirigida por Karmanzinsky y filmada por Vogorov, se encuentra disponible en internet. 

(3) El nombre completo de la película es “Constatación de los obreros de los talleres Krivorogianos a la cuenta presentada por los mineros de la administración Hullera de Octubre”.

(4)  Película disponible en internet.

(5) Se filmó el Asunto del hoyo.

(6) Las películas de relevancia de temática obrera son: Espero que sea pronto (1967), Clase de lucha (1968), Con la sangre de otros (1974).  Pero quizás el documental de mayor popularidad es Lejos de Vietnam (1967), donde participaron renombrados cineastas y documentalistas de la época. Disponible en Internet.

Bibliografía 

Medvedkin, A. (1971). El cine como propaganda política: 294 días sobre ruedas. (Buenos Aires: Editorial Siglo Veintiuno). 

Filmografía 

Karmazinsky N. (1932,9 min.). ¿Cómo te va camarada compañero? (Unión Soviética: Cine-tren)

Disponible en: https://www.youtube.com/watch?v=9erTzhAixEM 

Marker, C. (1992, 120 min.). El último Bolchevique. (Francia: Les Films l´Astrophore). 

Disponible en: https://www.youtube.com/watch?v=6gGRK6-FhMs

(1973, 33 min.) El tren en marcha. (Francia: SLON)

Disponible en: https://www.youtube.com/watch?v=cN85vdQ4Ie8

Medvedkin A. (1935, 64 min). La Felicidad. (Unión Soviética: Vostok-Kino).  

Disponible en: https://www.youtube.com/watch?v=g-gx8u9Eq6g

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