Editorial Nº3: Empresa

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Editorial Nº3: Empresa

 

Mauricio Rifo

 

Para entender parte de la lucha socialista histórica contra el capitalismo es necesario comprender tanto las bases normativas como los específicos diseños que ha tomado una institución social tan importante como lo es la empresa. Resulta una obviedad, aunque en ciertas épocas no es así, sostener que la empresa capitalista contemporánea tiene una historia que la recorre con diversos diseños y diversos balances entre sus condiciones normativas fundamentales patriarcales y patrimoniales.

La empresa capitalista tiene sus bases fundantes en la estructura familiar mediterránea antigua (“familia” viene de: “esclavos”, “siervos”), o sea de la denominada loi de familia que aglutinaba tanto las dimensiones productivas como reproductivas de la vida social en un esquema de gobierno despótico patriarcal y patrimonial de mujeres, niñas-niños y esclavos y esclavas. Será la revolución industrial la que dará origen a la empresa capitalista, no sin resistencias, en donde se da paso al quiebre entre las dimensiones productivas y reproductivas de la vida social, pero conservará la forma de gobiernos despótico de la antigua loi de familia. Es este marco normativo y de diseño que el socialismo y el movimiento obrero y de mujeres se enfrentó a la empresa durante buena parte del siglo XIX y el XX.

La lucha por re-definir la empresa capitalista se dio tomando en cuenta las tres funciones de la propiedad en las economías modernas. La primera función establece que propietarios asignan capital, o recursos productivos, en las inversiones más prometedoras. La segunda función propietaria se sostiene en las condiciones de control sobre el proceso productivo para continuar el proceso de asignación de capital haciendo la empresa más rentable. Y, finalmente, la tercera función propietaria considera el riesgo de los procesos de asignación de capital como parte de las eventuales pérdidas en la empresa.

Estos procesos tienen un específico diseño en nuestras actuales economías en que el capital de la empresa está compuesto por acciones que cotizan en el mercado de valores. Los propietarios nominales de esas acciones son los principales, y siguen cargando en buena medida con la tercera de las funciones de la propiedad que es asumir el riesgo. Los ejecutivos que gestionan los negocios de la empresa son agentes de esos principales, y desempeñan las funciones de inversión y de control del proceso productivo. En el desempeño de la función de control, esos ejecutivos tienen, a su vez, otra relación de agencia con los y las trabajadores/as de la empresa: pero en esa relación, los ejecutivos son el principal, y los y las trabajadores/as, los agentes. De esta forma, la estructura de poder de la institución está fuertemente concentrada en los accionistas mayoritarios y, sobre todo, en los propios ejecutivos, los cuales disponen de un amplio margen de discrecionalidad en su acción, tanto en su calidad de agentes de los accionistas, cuanto en su condición de principales más o menos despóticos con los y las trabajadores/as.

Es en este marco de relaciones e interacciones que nuestro actual número presenta un cuerpo de artículos y entrevistas para abordar la empresa capitalista.

En el artículo, Apuntes para una política cooperativista de la izquierda en Chile, Fabián Barría González realiza el recorrido de las profundas y complejas dinámicas que configuran el mundo de trabajadoras y trabajadores precarios sometidos a la inseguridad económica y la desprotección laboral, y que se encuentran tan ávidos como presionados a consolidar fórmulas asociativas en las que las cooperativas han tenido lugar histórico y lo tendrán bajo específicos desafíos y condiciones que propone el autor.

En ¿Cómo socializar Uber?, el autor, Seth Ackerman, sostiene que el funcionamiento de Uber provee las condiciones para transformar la aplicación en una cooperativa de trabajadores y trabajadoras sobre similares principios de funcionamiento. Es desde este punto que el autor se pregunta cómo sería posible realizar un tránsito efectivo en esta dirección de transformación. Junto con ello, en el texto Los trabajadores/as deberían estar a cargo, Peter Gowan reflexiona sobre la vulnerabilidad a la que se enfrentan los trabajadores y trabajadoras cuando las empresas emprenden fusiones o se declaran en quiebra. En un escenario de tal dependencia el autor propone abordar modelos alternativos en que se pueda tener participación en el control de las empresas a través de acciones bajo control de los  trabajadores/as.

 

Para la sección de entrevistas contamos con tres imperdibles aportes: del economista chileno Felipe Correa, el PhD en Estudios de Desarrollo de la Universidad de Cambridge Chris Hope y la destacada profesora de filosofía y estudios de género en la Universidad de Michigan Elizabeth Anderson.

En la entrevista a Felipe Correa, Economía, empresas y desarrollo local, se abordan las complejidades y desafíos de una economía crítica en el plano disciplinar junto con su aplicación en diversas escalas de diseño en las que los gobiernos locales juegan un rol destacado.

La entrevista a Chris Hope, La experiencia del Laborismo británico en el debate sobre empresas públicas en la actualidad, aborda la construcción del reciente e influyente documento elaborado desde el Partido Laborista titulado: “Alternative Models of Ownership”. Este informe propone, para la actual Inglaterra, un nuevo diseño de empresas públicas y gobierno de las mismas desde las perspectivas de los y las trabajadoras/es.

Y en su entrevista, Elizabeth Anderson, nos presenta su visión respecto al origen del libre comercio como una idea más cercana a la izquierda y cómo los diversos procesos históricos han desplazado esta idea y han configurado un diseño de gobierno empresarial capitalista despótico. En este escenario la entrevistada nos propone marcos de interpretación y propuestas para formular una política democrática en nuestros lugares de trabajo actual.

Nuestros números han ido reivindicando la memoria de destacadas figuras de la historia nacional que han aportado desde sus disciplinas o acciones políticas a la promoción de una libertad republicana, una democracia plebeya y una sociedad socialista.

En este número destacamos la figura del importante matemático, académico y activista chileno Ramón Picarte Mujica quien marcó el desarrollo de las matemáticas durante el siglo XIX y buscó, desde sus conocimiento matemáticos, aportar a la construcción de un moderno sistema de pensiones para los y las trabajadores/as del país.